A finales de agosto comienza la siembra de maíz en la zona centro de nuestro país. Paulatinamente se va dando en el sur, hasta dar por finalizado el ciclo en diciembre en el norte argentino. Conocer las condiciones ideales para el cultivo de este cereal permitirá obtener los mejores resultados.
El equipo de Desarrollo y Marketing de ALZ-Agro elaboró este informe sobre las implicancias de los factores externos y las que surgen de la labor de siembra.
La temperatura y humedad del suelo son dos factores indispensables para el desarrollo y crecimiento de este cereal.
Una vez sembrado el maíz, la semilla comienza a absorber el agua disponible en el suelo dando inicio a la fase de imbibición. Este proceso da lugar a una serie de acciones metabólicas que permiten el uso de las reservas de la semilla para el desarrollo y elongación de la radícula.
“La humedad de suelo para obtener una emergencia aceptable, debe rondar como mínimo el 24%”, describe el Ing. Agr. Pablo Bollatti de la Agencia de Extensión Rural del INTA Marcos Juárez, en un trabajo publicado recientemente.
La fase de imbibición depende de la humedad y la temperatura del medio en el que se encuentra la semilla. Sin embargo, la siembra se ve más limitada por la temperatura del suelo que por la humedad del mismo.
Con la aparición de la primera hoja comienza la fotosíntesis y gradualmente la planta dejará de depender de sus reservas. Durante esta fase, la plántula es muy sensible a las bajas temperaturas.
Las etapas de mayor sensibilidad a las bajas temperaturas se dan en:
La profundidad de siembra también es clave. Para la mayoría de las condiciones se recomienda que sea de 3 a 5 cm, aunque también puede realizarse más profunda, de 6,5 a 7,5 cm, si es allí donde encontramos la humedad adecuada.
Una siembra poco profunda puede provocar un desarrollo débil de raíces. Esto puede desencadenar un alto nivel de vuelco y, además, aumenta el riesgo de que las plántulas sean afectadas por estrés calórico (rootless), sequía, herbicidas y ataques de aves.
En una muy profunda, la semilla necesitará mucha más energía para que el coleóptilo alcance la superficie, lo que provocará una emergencia más lenta y desuniforme.
Otras condiciones a tener en cuenta
El maíz es un cultivo estival que requiere para su emergencia una temperatura óptima cercana a los 30°C. Esto implica que casi siempre está bajo estrés por el frío. Los daños que pueden presentarse en la etapa de germinación y emergencia son:
Daños en suelos fríos y húmedos
Daños por imbibición en frío
Daños por helada
Daños por anegamiento
Daños por fitotoxicidad
Daños por inadecuada fertilización
Fuentes consultadas para la elaboración de esta nota técnica:
¿Cuál es la humedad mínima de suelo para iniciar la siembra de maíz de septiembre?. Ing. Agr. Pablo Bollatti AER INTA Marcos Juárez.
Manual Desarrollo Vegetativo del Maíz. Asociación Andes.
Daño por congelación en pre emergencia en maíz (Datos de campo). Corteva. https://www.corteva.es/agronomia-y-servicios/informacion-agronomica/dano-por-congelacion-en-preemergencia-en-maiz.html
Weighing the Risks of Late Herbicide Applications to Corn. University of Nebraska. https://cropwatch.unl.edu/unl-cropwatch-june-18-2010-weighing-risks-late-herbicide-applications-corn